El pasado domingo en Córdoba, que fue la ciudad más grande y culta de Occidente en el siglo X, se celebró el III Foro Social y la II asamblea estatal del Frente Cívico Somos Mayoría.
En su intervención, Julio Anguita, fundador y alma mater del Frente Cívico Somos Mayoría (de ahora en adelante FCSM) propuso a todos los partidos de izquierda y movimientos sociales trabajar por la confluencia.
El Frente Cívico en el origen de Podemos y la confluencia de las movilizaciones sociales
Juan Carlos Monedero reconocía el otro día, que en la base y en el origen de Podemos estaba el FCSM. También desde la memoria de su nacimiento que originó la marcha del 22M, no quiero atribuirle el mérito al FCSM en exclusiva, pero desde luego el esfuerzo del Frente Cívico, callado, discreto y silencioso dio sus frutos. Al igual que en otras actividades y movilizaciones, como las marchas y los campamentos de la dignidad, han estado nuestros hombres y mujeres. Ese era el objetivo que nos marcamos en el FCSM. Sin pompa ni alharacas, ser como la levadura que discretamente va dando las fuerzas, junto con otros, siempre, para proveer resultados en este sentido.
Nosotros queremos ser la propuesta del sentido común.
Nuestro Frente Cívico, pese a las dificultades, las carencias de medios y las carencias organizativas ha tenido éxito. Pero sobre todo la tarea fundamental que nos atañe: “Nosotros queremos ser, el discurso y la propuesta del sentido común”. Esa es nuestra tarea, el sentido común. El sentido común que será el que posibilite y haga aunar a la inmensa mayoría de la población. Nosotros podemos ser de izquierdas, en su inmensa mayoría, pero tenemos que hacer un discurso para todos ellos y por lo tanto tenemos que adaptarnos a su lenguaje. Y cómo Sócrates dijera: “tirar de esa realidad hacia una situación de proyectos y de programas, y sobre todo de valores, que permita aunar a esa mayoría. La única que hará posible el cambio”. Y sobre todo algo muy importante: “la nueva sociedad no será, si no hay unos nuevos valores”. La lucha cultural en este terreno va a ser tremenda, porque en cierta medida y honestamente, tenemos que trabajar para el hombre y la mujer nuevos. No es una cuestión de conquista social, que también, si no de conquistas sociales y de proyectos alternativos de sociedad.
Trabajar por la confluencia.
Particular y personalmente, desde el recuerdo de mi actividad política, sigo manteniendo que el Frente Cívico, debe de ser uno de los muchos que sirvan para construir alternativa.
¿Cuál es nuestra tarea? Ha de ser una tarea pacífica, callada, sola, a veces incomprendida, sin aparecer en primer plana en los medios de comunicación. Ser el cemento, los que van uniendo, ser los trabajadores incansables, cómo Penélope, tejiendo e hilando un tejido.
¿Para qué? Un tejido que haga posible un cambio profundo.
¿Por qué? En estos momentos sólo hay dos opciones, no caben alternativas intermedias. O seguimos como estamos, en el proyecto de la Comunidad Europea, que es la degradación de todas las ideas que en un principio se manejaron en Europa: los refugiados, el euro, la deuda, la falta de democracia, etc… No se contempla atisbo de cambio. Un proyecto que no solo tiene el soporte del Partido Popular. Felipe Gonzalez, tras la elecciones, abogo por una alianza entre el PP, PSOE y Ciudadanos.
Frente a ese proyecto existe un embrión de proyecto. Nosotros (como Frente Cívico) debemos, siempre con otros, ayudar a construir. Qué es ni más ni menos, la formación y la creación de un contrapoder. Es decir dos aptitudes, dos momentos de la lucha: contrapoder para resistir y contrapoder para gobernar.
Desde mi punto de vista el contrapoder es, en el aspecto político, la punta de lanza de un poder social. El futuro gobierno, que nosotros podamos ayudar a crear, será al que tendremos que defender en la calle y, someter a estrecha vigilancia. Para que así no sea, lo que hasta ahora ha sido. La gente vota y confía en que ese gobierno les resuelva todos los problemas y lo dejamos solo al libre albedrío de los poderes económicos, o de los errores que ese gobierno pueda cometer.
Desde ese punto de vista tenemos un reto tremendo. Yo no sé, si habrá elecciones, creo que sí. Pero si que hay un clamor popular, todos lo estáis viendo. Ese clamor popular es que en las próximas elecciones el Partido Socialista tiene que ser superado en votos, y si puede ser en escaños. Condición sin ecuanon, porque sin esa condición estaremos reviviendo otra vez el bipartito.
Esto es un reto para determinas organizaciones políticas que están en la mente de todos, no las voy a citar… Y que están ante un reto histórico, que supongo sabrán superar. Nosotros tendremos que ayudarles para que sea posible. Pero no facilitando la operación de una posible unidad en candidaturas. Nuestra tarea es facilitar la unión desde abajo, que haga posible la creación de un estado de opinión que los dirigentes no puedan detener y se vean arrastrados a ella.
El Frente Cívico tiene que trabajar para crear esa atmósfera, y que otros posicionamientos la hagan imposible. Y estoy hablando de fuerzas políticas concretas, que no son solamente dos, sino que pueden ser más de dos. Esa es nuestra tarea. Pero como veis, no se trata de una fijación electoral, sino de crear una fuerza que valla más allá de eso… pero que consiga que se verifique en las próximas elecciones. Ya lo dije ayer y quizás vais a pensar que estoy loco, ¡me da igual! Eso significa que dentro de cuatro años tenemos que estar en la Moncloa.
Como olvidemos las dos patas estamos perdidos… No se puede delegar el voto en el gobierno e irse a casa. No porque los gobierno sean débiles, o tengan tentaciones, sino porque van a necesitar que les ayudemos en la tarea de enfrentarse al poder. De enfrentarse nada menos que a la respuesta de la actual Unión Europea. Porque hay está la confrontación, no está en otro sitio.
Una confrontación para mañana, ¡no! Una confrontación para pasado mañana, pero que nosotros se la tendremos que explicar a la gente: recuperar la soberanía, crear tejido productivo, ganarse a la mayoría de la población, las pensiones, la fiscalidad, la participación democrática, la democracia, es decir los valores que venimos defendiendo nosotros desde el principio.
Tendremos que seguir trabajando para que esa unidad sea posible, esa es nuestra tarea.
Para que la tarea sea eficaz, tenemos que estar organizados en todas y cada una de las provincias españolas. En seis meses tenemos que estar en las 52 provincias y al cabo de un tiempo en las 17 comunidades autónomas. Con un funcionamiento democrático y participativo. Tenemos que estar organizados, y ayudar a que todos se vayan uniendo, para que vean que están ante una fuerza política que les ayuda en todas las partes del territorio español. Que vean en el Frente Cívico esa referencia, esa levadura, ese cemento, que lo vean por todas partes… y que está presente.
¿Cómo lo podemos conseguir? La movilización es básica y fundamental, condición sin ecuanon. Tendremos que ser nosotros, uno de los que ayude.
Planteo la siguiente propuesta: Sería muy difícil construir una comisión, comité o plataforma, etc… que esté reglada y se reúna de manera instituida cada equis tiempo, en el que estemos las fuerzas políticas y todos los movimientos sociales de izquierdas (las mareas, Stop Desahucios, la ecología política, Podemos, Izquierda Unida, Attac, las Marchas y los Campamentos por la Dignidad, etc…) A todas las tribus de Israel, pedirles por favor, en nombre del combate, que acepten los mínimos elementos de organización. Porque sino, somos una gente indisciplinada, individualista, narcisista, que se cree que ha hecho la revolución, cuando lo han conseguido una serie de personas en la calle.
Y el problema de ocupar la calle, no es ocupar la calle. Ya la ocupamos en Madrid el 22M, es el matenenimiento permanente de la ofensiva. Eso implica un mínimo de organización. Pues bien, hacer este ofrecimiento: una plataforma, llamarla como queráis, un órgano de coordinación entre todos.
Porque el primer éxito será que nos reunamos.
En el momento en que nos reunamos y fijemos una manera regular de funcionamiento, será el primer éxito, porqué la gente se obliga a dialogar.
Y si eso funciona, nosotros tendremos que ser gente muy cuidadosa, puede llegar a que esa plataforma, con el permiso y autorización de los colectivos y de las fuerzas políticas a fijar órdenes del día, señalar movilizaciones, elaborar elementos de programa alternativo, crear condiciones para que la población vea que esa unidad, tan ansiada y tan demandada es posible.
¿Es tan difícil?…
Creo que debemos intentarlo. Hay que hacerles comprender, y no por la fuerza.
Simplemente hay que hacerles ver que esa tentación que tiene cada organización de que su bandera aparezca, me vais a permitir una frase del evangelio (yo no soy creyente, pero tengo una cultura católica que no puedo evitar) “El que quiera seguirme que se niegue a sí mismo” dice Jesús de Nazaret. ¡Qué se niegue!, si tienes que arriar tu bandera, te la guardas en el bolsillo.
Porque tú eres, lo que eres, a través de las ideas y de los valores.
Si tu crees en el movimiento final, el objetivo comienza por trabajar en lo inmediato, que tus señas de identidad se reflejen en el objetivo. Todo se trata de que lo hagamos ahora de manera organizada. Estamos ante un reto tremendo, la necesidad del momento. No podemos fallar. Y nosotros tenemos que obligarles a que lo consigan…